miércoles, 31 de diciembre de 2008

quien sabe

Permiso, voy a buscar en los cajones donde dejé guardadas las ganas de escribir.

No sé si se quedaron olvidadas en algún CD de poemas que nunca terminé o en aquellos artículos de revistas para lesbianas. Tampoco tengo claro si fuí yo o alguna otra metida en mí, que jugó con algunas letras y puso cara interesante en alguna que otra conferencia.

Tal vez desaparecieron entre correos electrónicos y mensajes de chat o se disolvieron en la pesada bruma de algun blog que ya no existe.
O simplemente quedaron en las ganas de ser lo que en verdad no eran.

domingo, 28 de diciembre de 2008

del amor y sus definiciones

La primera vez que recuerdo haber tenido conciencia del amor fue a mis 17. Desde entonces hasta hoy mi definición de él ha sufrido incontable transformaciones.
Supongo que todas han sido válidas. Y dudaría en aseverar cual de todas ellas ha sido la más acertada.

Lo único que puedo asegurar es que existen tantas definiciones de amor como personas en el mundo.

Y que no confío en aquellos que intentan anteponer su definición de amor por sobre las de los demás como si ellos fueran los dueño de la verdad.

Supongo que cada cual tiene sus intereses emocionales y va tras ellos como mejor le parece o como bien pueden.

Supongo que quienes creen que el amor es conveniencia no están tan equivocados. Ni tampoco quienes creen en la incodicionalidad del amor. Supongo que hay alguien para cada uno de nosotros que comparta nuestra definición de amor. Supongo que la única cosa en que todos coincidimos es en que todos necesitamos amar y ser amados.


Por ahora defino el amor como: un acto de voluntad más cerca de la cabeza que del corazón. Y supongo que mientras tenga vida me quedará tiempo para revaluar definiciones.

sábado, 27 de diciembre de 2008

de sueños extraños

Pocas veces recuerdo los sueños cuando despierto. Pero cuando lo hago, por lo general son sueños cargados de señales y más tarde o más temprano la vida se encarga de ayudarme a decifrarlas.

Hace meses atrás tuve un sueño en el que me veía caminando por una playa hermosa. Era un paisaje caribeño, con mucho verde, colinas a lo lejos bordeadas de selva.
Me veía caminando por la playa rodeada de tortugas marinas. El agua era cristalina, la arena blanquísima, los colores brillantes.

Mucho sol. Mucho verde. Mucho azul. Y las tortugas.

En el sueño yo era feliz, inmensamente feliz. Tan feliz que mi sensación era de estar viviendo en el paraíso. Lo que más me impactó del sueño fue esa sensación de éxtasis frente al lugar y mi vida de ese momento.
En mi cabeza sonaba un nombre: Costa Rica, Costa Rica, Costa Rica...

Ese fué mi sueño.

Al despertar a las seis de la mañana, la sensación de felicidad continuaba. Mientras me lavaba los dientes en mi cabeza salía el nombre: Costa Rica. Al tomar mi desayuno, el nombre continuaba ahí.

Salí corriendo hacia el trabajo y cuando caminaba los cinco block que separan mi casa hasta la parada del bus, intentaba recordar que película, que imagen, que video, que conversación había tenido en esos días para tener ese sueño relacionado con esa geografía y las tortugas. Nada floreció en mi conciente.

Cuando subí al bus dije good morning a una señora mayor con lentes y me senté a su lado. Me respondió buenos días y comenzó a hablar del tiempo. Me llamó la atención su acento pues no era mexicana, no era guatemalteca, no era salvadoreña. Todos esos acentos son ya harto reconocidos por mí oído.
Y dijo:
"Soy de Costa Rica. Soy Tica"

Quedé en shock. No solo por el sueño sino porque en todos éstos años jamás conocí a una persona originaria de Costa Rica.
Le conté mi sueño.
La mujer comenzó a contarme de su vida en Costa Rica, de su hija, de su país. Viajamos 30 minutos juntas. Nunca más volví a verla a pesar de que dijo vivía en mi área.

Durante varios días la sensación del sueño seguía en mi memoria.

Por alguna razón desde ese día he sentido que Costa Rica algún día será mi casa.
No me preguntén por qué...ni yo lo sé. Solo lo siento con mucha certeza.
La vida se encargará de los demás.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

sin alucinaciones

Este año no hay regalos de Navidad, ni arbolito, ni luces en el balcón. Ni estrella de David.
No hay velas encendidas ni amigos en la casa. No escribiré poemas con palabras optimistas ni enviaré postales con imágenes de familia feliz. Tampoco habrá gente inconveniente, ni borracheras, ni risas sarcásticas. Este año no iré a la playa, no miraré las luces de la ciudad, no haré llamadas telefónicas, no comeré tu pai de calabaza. No lloraré porque no estás conmigo, no abriré la bolsa de regalos que con tanto cariño armaste, no escucharé villancicos tontos, ni cenaré jamón a las seis el veinticinco. No tendré suegra con campanitas en la mano, ni suegro armando el pesebre, ni niñas de ojo celestes cantando canciones en ruso. No saludaré a Santa Claus, no veré desfile alguno, no saldré a la nieve, no me tejerán bufandas, no tendré la Time en casa. No llevaré apellido gringo, no taparé mis oídos cuando subas el volumen de tu canción flamenca, no comeré nueces, no cantaré rancheras mientras tomo tequila.

Este año, será real. Como siempre debió serlo.

martes, 23 de diciembre de 2008

limpiando mi recámara

Me costó meses enfrentar la situación de mover los muebles de lugar. Limpiarlo todo, acomodar cada rinconcito de la recámara cómo cuando esperaba tus visitas.
Hoy lo hice.
Moví la cama como la primera vez la encontraste. Puse la mesita de luz en la esquina izquierda de la cama, con el reloj despertador, el libro de turno, la lámpara, y una libreta por si me da por escribir algo algún día.

Acomodé velas nuevas en el piso y en la mesita de madera marrón que me regalara Oscar hace cuatro navidades atrás. Sobre ella, el buda verde sentado sobre un montoncito de arroz. Para la abundancia. Una foto de mis hermanos, la única en que estamos los cuatro juntos. Una vela de la Virgen de Guadalupe, tradición que adopté viviendo contigo en México. Un candelabro con forma de sirena. Y arrecostado a él, la estampita del San Antonio de cabeza que me regalara el N. para que consiga un nuevo amor. Según el N. ese San Antonio después de encenderle velas durante cinco años le regaló el amor más lindo de su vida.

Todo iba bien mientras barría el piso. Hasta que bajo la cama encontré aquel arete de plata que tanto me y te gustaba. El que perdiste la última vez que hicimos el amor.

Y aunque sé bien que no lo necesitas lo guardé junto a tu foto en una cajita roja dóndo también duerme la única carta que me escribistes desde Los Angeles, cuando aún yo estaba en México.
Algún día escribiré sobre tus aretes y quizá salga ese libro que tanto me pedistes.

lunes, 22 de diciembre de 2008

mi reconciliación con el año 2008

Acompañada por la gente incorrecta el Año Nuevo 2008 me sorprendió a disgusto. Jamás olvidaré el sentimiento de impotencia que me inundó esa madrugada. El deseo de querer huir y no tener como. El verme atrapada por una red invisible que yo misma había de alguna manera tejido. Y de la cual no pude escapar.

Mis deseos eran otros, mi sentir estaba en otro lado. Pero no siempre nuestro deseo y nuestro sentir es correspondido por lo cual, tomé de lo que había y no de lo que realmente quería.

El resultado fue: el peor año nuevo de mi vida.

Cuando la madrugada terminó y el primer tren salió rumbo a mi casa, respiré. Tiré un envoltorio pequeño de papel alumino con una de esas sustancias blancas que nos dan falsas ilusiones y lo tiré en el primer basurero que encontré. Mi estómago estaba roto, mi higado dañado, mis pulmones llenos de asco y mi corazón vomitaba.

La ducha esa mañana duró más de la cuenta, necesitaba limpiar el olor a droga y alcohol, a ironía y a violencia verbal, a vidas que otros elijieron y de la cual yo hacía rato había dicho que no. El agua parecía limpiar mi asco.

En medio de eso el teléfono sonó y era Ella. Quize maldecirla por no haber querido pasar conmigo ese minuto de espera en que todos abren el champán y se dan abrazos y se dicen felicidades, pero no pude. Porque de alguna manera el año nuevo continúaba. Así que preferí tomar de lo quizo darme, una invitación al cine a ver una de esas películas motivacionales que te enseñan que tienes que hacer todo lo que quieres hacer el día de hoy porque la muerte puede sorprenderte mañana. Que te dicen, haz una lista de las cosas que te gustarían hacer de verdad porque en pocos meses vas a morir.

Al rato andaba yo paseando con ella colgada a mi brazo, sonriendo, luciendo la belleza de ella y la mía propia que brillaba más cuando estaba en su compañía. Y el día de amargo pasó a convertirse en dulce. Entonces pensé era una señal de buen año. Pero en realidad fue un espejismo más.

Y el 2008 empezó a andar y fué duro. Puedo decir, que fué un tiempo dificil en mi vida personal, emocional. Me enfrenté a los dos momentos que más temía en mi vida: la muerte de mi madre biológica estando yo lejos de ella y la perdida total de la mujer que por durante casi 9 años había amado.

Mi madre murió en agosto. Y con ella el sueño de poder vivir un tiempo corto con ella en US y poder hablar tantas cosas que por años no hablamos. Y poder tener miles de respuestas que nunca encontré. Y poder saber por una vez en la vida que era vivir con una madre. Cómo se sentía el ser hija.

Ella, se alejó de mí en febrero justo el día de San Valentin. Y en octubre se casó con otra. Con su casamiento perdí el sueño de una vida juntas. Y también perdí totalmente mi amor por ella. El amor que me había dado tanta fuerza en éstos años. La fuerza de dejarlo todo, la fuerza de quedarme sola a pelear mi lugar en el norte, la fuerza de creer un regreso, la fuerza de recibirla de nuevo, y continúar creyendo en un sueño de las dos.

Y el 2008 trajo crisis laborales, crisis monetaria, crisis emocional. Dolores de cabeza con la oficina de recaudación de impuestos. Dolores de cabeza con mis jefes. Alejamiento de gente que no estaba haciendome bien. Estancamiento legal y económico.

Así que tengo razones suficientes para desear con todo el alma que el 2008 termine pronto.

Necesito ponerme a pensar en todas las cosas linda, buenas y de crecimiento personal que me dejó éste año porque no deseo despedirlo con apuro ni rencor ni dolor.

Así que éstas vacaciones laborales que comencé hoy me darán el tiempo necesario para repasar lo positivo de mi año, y desechar el dolor.
Y pensar muy bien dónde y con quien quiero esperar mi Año Nuevo. Y hacer lo imposible para vivirlo.

Una cosa sé, estoy sintiendome cada día más convencida que mi 2009 (a pesar de todos los pronósticos que vaticinan los economistas, los políticos, los religiosos, la gente en general) será mil veces mejor que mi 2008. Por que al menos sé que ya pasé las dos instancias que más temía pasar en mi vida.

De ahora en más ya quedan muy pocos miedos en mí.

viernes, 19 de diciembre de 2008

el minuto de máximo amor

Desde adolescente cada vez que me cortaba el pelo era por una necesidad de cambio.

El más drástico de todos sucedió a los 26 . En realidad no fué un corte de pelo cualquiera en una peluquería de moda; fué todo un rito orquestado en grupo de amigos.
Sidnead O´Connor ya andaba cantando y yo obsecionada por saber cómo me vería con un cambio radical en mi imagen y deseosa de comenzar una nueva vida, reuní a mis mejores amigos y viajamos todos al pueblo donde nací.

Abastecimos el auto de alguien con muchas botellas de vodka, vino y cerveza. Una lata con marihuana, una afeitadora, varias tijeras, música de Janis, Sidnead, Kitaro, Jimmy Hendrix y Pink Floyd, Velas, inciensos y pachuli y nos fuimos al rancho del río de uno del grupo.
Entonces armé mi propio ritual.

Se encendieron las velas, los inciensos y los armaditos de "maruja". Pasamos la grabadora de casette en casette...primero uno, después otro para dejarla en la repetición profunda de Sidnead.
De los vasos pasamos a las botellas, y de las botellas a las cacerolas y todos tomaron diferentes tijeras. El espejo estaba tapado por una sábana blanca con flores amarillas frente a mis ojos.

Pablo, Ana, Clara, Bea, Javi, y no se quien más cortaron todos diferentes mechones de pelo.
Mi pelo largo (que por años no había visto corte alguno) mi pelo de hippie de los 60, lacio, negro, llovido, brillante. Mi pelo que era la envidia de mis compañeras de primaria y de secundaria y de mis envidiosas vecinitas del barrio, caía sobre el piso de hormigón.

Y yo borracha de alcohol, visiones y olores reía embriagada por el Nothing Compares 2 U...al final cuando ya casi no quedaba nada, pedí música de Kitaro, tomé la afeitadora y se la dí a Jorge. No es que Jorge fuese mi mejor amigo, sino que era el único en el que confiaba para hacer la rasurada completa. Le faltaban dos materias para terminar su carrera en medicina; no sé, asocié "doctor-depilación" y ahí empezó la obra de arte.

Nadie hablaba y yo no sabía si era de espanto o de shock por la transformación que todos veían o porque temían un ataque de histeria de mi parte. Luego me confesaron que estaban listo para llevarme al hospital en caso de tener un conflicto de identidad al ver mi cabeza desnuda.

Al decir de Jorge: "ya estás... listo!..." pedí que todos salieran de la sala.
Por unos segundo tomé aire, pensé... nada...y tiré de la sábana blanca con florecitas amarilla.
Entonces me ví, me ví como jamás me había visto: Yo, recién nacida.
Un halo de amor invadió todo mi ser. Un amor único, profundo, diferente.
Sentí romper el mandamiento de "amarás a Dios por sobre todas las cosas" porque por sobre todas las cosas, incluso por sobre Dios, solo sentía amor por mí.

Perdí la noción del tiempo y cuando al fin dejé que mis amigos abrieran la puerta, sus miedos se disiparon al encontrar a un ser impregnado de paz y de amor en lugar de una loca histérica sufriendo una desdoblamiento de personalidad!
No hicieron preguntas pero ante su persistente silencio en espera de una respuesta dije:

- Ahora comprendo por qué los monjes tibetanos se rasuran la cabeza: porque buscan el minuto de máximo amor.



jueves, 18 de diciembre de 2008

a sabiendas

Hay situaciones que pasan por la vida como un flash.
O como la luz de una luciérnaga. Esas que cuando niña, me gustaban corretear en las noches de verano por el viejo patio de la casa paterna.
Las corría con un recipiente de vidrio en la mano. Las corría y las atrapaba. Y quedaba por horas mirando como iluminaban las noches de diciembre.

Situaciones que surguen de la nada y de la nada desaparecen.
Pero no se pueden atrapar como a las luciérnagas.
Y ya sé que no soy una niña, y que mis diciembres se han convertido en invierno.
Y que de la casa paterna seguro ni escombros quedan.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

pactos saludables

Tenía muchos años de no hacer un pacto. Hasta hoy a la mañana.

No fue un pacto de sangre como aquel que hice en mi adolescencia con mi mejor amiga, donde nos cortamos la yemas del dedo índice y juramos ser hermanas de sangre para siempre. Tampoco se asemejó al pacto de amor con aquella mujer que tenía un mechón de canas sobre la frente y me llevaba siete años menos.

Fue un pacto a varias millas de distancia y por escrito. Un pacto de sonrisas.

- y cuando vea algo que no debo ver porque me lastima, entonces recordaré tu sonrisa y sonreiré...

- y cuando un recuerdo te asalte y empieces a sentirte triste, recordarás mi sonrisa y sonreirás...

Y sabe el universo si la otra parte cumplió su trato pero de lo que doy fé, es que yo lo cumplí.

Y con eso es suficiente.

martes, 16 de diciembre de 2008

necesidades II

Tengo la imperiosa necesidad de tenerlo todo nuevo.
Nueva casa, nueva gente, nueva ciudad. Nuevo trabajo. Nuevo corte de pelo, jeans nuevos. Nuevos amigos, nuevas lecturas. Nuevos íconos, nuevo barrio, aires nuevos. Nuevas letras, nueva música, nuevas fotos. Amar un alma nueva, acariciar un cuerpo nuevo. Sentir nuevas emociones, sensaciones, ganas. Estrenar sueños, inaugurar relaciones, recibir rostros nuevos.
Sentir que puedo, que debo, que meresco, que me aman con amores diferentes a aquellos amores que dejaron un surco de heridas.
Salirme de los rastros del dolor, desaparecerme del error cometido.
Darle oportunidad a otra vida que no es la vida que vivo ni la que soñé vivir algún día.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Mi última experiencia religiosa.

(dedicado a quien fuera la más amada por mí)

Días atrás besando tu vagina, creí mirar los ojos de Dios.

Luego se me hizo que tus orgasmos entres mis dedos eran mi sagrado bautismo. Tus tetas al besarlas, se me antojaban como torres de la Catedral de mi pueblo. Allí solian tocar las campanas mientras vibraba desde la plaza central hasta la barranca mas lejana del centro.

Me di cuenta que me gustaba rezar arrodillada en tu espalda; como si cada milímetro de tu piel fuese la cara de un santo o de una virgen. Como si mi devoción por tí fuese a librarme del infierno. Clavar mis rodillas entre tus piernas para levantar la imagen más sagrada desde tus caderas hacia mi boca y lamerte como si fueses el último fruto de la tierra.

Tu cuerpo se convirtió en mi Biblia y en mi religión.

Con toda la sabiduría del Escleciastes tus nalgas poderosas, eran el símbolo de: "Todo lo que brilla bajo el sol es vanidad". Tus caderas de futura mujer parturienta, me transportaron al Cantar de los Cantares…allí donde tendida en la cama de tu amado, más que fornicar amabas. Tus quejidos relataban Salmos, mientras el desierto de mis labios bebían toda el agua de tu inacabable oasis. No pude negarme a las joyas de tu paraiso celestial hasta quedar dormida.

Cuatro días mas tarde desperté con la sensación de que el Apocalipsis habia llegado.

Mientras dormía el mundo habia sido destruido por la mano de un hombre desconocido. Y yo,que no fui pueblo elejido -seguramente por no ser buen feligres- quedé sin Dios y sin religión.

- Post publicado en mi antiguo blog "Victoria's Home" en el mes de julio del 2006. Como tiene cierta vinculación a mi post anterior y para los nuevos bloggers que me leen decidí hacer copy and paste. Espero perdonen mi nostalgia. Y como verán tengo cierta obseción por unir la religión con el sexo.

domingo, 14 de diciembre de 2008

el gusto de ser culpable

He adorado el sexo de alguna magdalena mientras rezaba el rosario.
He confundido a maría entre los brazos de más de una virgen.
He tomado un crucifijo entre mis manos para dibujar el contorno de mi mujer amada.
He bebido de su sangre y he comido de su cuerpo como si fuese la última cena.
He sucumbido al deseo de sus ojos como si fuese la última tentación del cristo.
He deseado a la mujer de mi vecino.
He sido causa de ruptura matrimonial.
He fornicado con la mujer de mi prójimo.
He invocado al padre, al hijo y al espíritu santo en más de un orgasmo.
He sido excomulgada.
He sido pecadora.
He sido maldecida.

Y si tuviese la oportunidad de arrepentirme,
diría que volvería hacerlo.

sábado, 13 de diciembre de 2008

contabilidad

Tomé una hoja en blanco y trazé una línea vertical dividiendo la hoja en dos.
En un lado escribí el signo de más. Del otro lado el de menos.
Bajo el signo positivo listé las cosas lindas; del otro lado, las feas.
Concluí que no soy buena para hacer listas y decidí romper la hoja.
Al final de cuentas, a mi nunca me gustaron las matemáticas.

jueves, 11 de diciembre de 2008

pensamientos de una niña rara I


Cuando era niña creía que los maestros, poetas, artistas, profetas eran pequeños cablecitos. Especie de conductos por donde fluía el arte, la danza, la música o la palabra. Jamás imaginaba que tanta belleza o enseñanza provenía de ellos mismos. Para mí, ellos eran un pasaje por donde una energía superior proveniente vaya saber de dónde, llegaba hasta mí.

Pensaba que aquella gente más grande que yo era elejida para una misión: trasmitir.
Y esa misión poderosa no podía ser cumplida por cualquier mortal. Debían ser seres especiales dotados de una sencibilidad exquisita.

Fué así que crecí pensando que los maestros, poetas, artistas, profetas eran manipulados por un espíritu superior y qué si llegaban a revelarse contra su destino les faltaría el aire para vivir.
........
Quien no pone en funcionamiento y hecha andar el talento que Dios, la vida o el Universo le dió, es como un muerto en vida.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

el por qué de algunos cambios

La terquedad del otro lado invadió el silencio en el que me resguardaba.
Llamó una vez, volvió a llamar; primero con un nombre, luego con otro. Con diferentes domicilio y diferentes voces hasta dibujar en mis decisiones una rajadura. Y a través de ella se coló el insistente e impertinente llamado.

Entreabrí la puerta.

Espero que por las rendijas solo se cuelen rayos de luz.
De lo contrario he de usar cerrojo, y las paredes se convertiran en muros impenetrables .

martes, 9 de diciembre de 2008

necesidades

Por años construí una gran biblioteca, y en dos días me desprendí de ella. Viajé con tres libros en la maleta y me juré no volver armar otra. Y un día sin pensarlo compré un libro, luego tres y fuí comprando hasta darme cuenta que estaba armando una nueva biblioteca en otro país. Con libros nuevos y en nuevo idioma.

Yo quisiera que el corazón fuese como mi biblioteca. Desprenderme de los sentimientos tan rápido como de los libros. Mudarme de ciudad y armar otro corazón.
Estrenar todo nuevo.

lunes, 8 de diciembre de 2008

decoración navideña

Mientras mis vecinos adornan sus casas con Santa Claus inflables, guirnaldas de luces, venados de alambre, maría-josé y el niño de yeso, pinos decorados, la vaca, la mula, las ovejas, los angelitos, el pastito y los reyes yo cuelgo las fotos del último desfile de Victoria´s Secrets en la pared de mi recamara para que el espíritu de la navidad invada el universo.

Foto: Adriana Lima




Video: (una joyita) Victoria´s Secret Fashion Show 2008, Miami december 3rd.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Super Mercado Americano.

En mi barrio hay supermercado, en el "otro barrio" también.

En el supermercado de mi barrio, las mujeres son gordas, hablan "spanglis", son latinas y se tiñen el pelo de rubio; tienen hijos a montones, sus maridos, novios y amantes son obesos y toman cerveza nacional. Dicen: "bato wachale a los boys" usan crack y marihuana, pagan sus compras con copunes del gobierno, manejan "trokas", mastican chicle y escupen para el costado, se agarran los huevos. Las mujeres usan tatoos entre sus gordas tetas con el nombre de su "bato", los "batos" se tatúan hasta la frente con la Virgencita de Guadalupe. Cuando caminan frente a una iglesia católica, se presinan. Sus hijos juegan baseball en la calle y usan pantalones guangos y t-shirt blancas, calcetas blancas y tenis nike. Escuchan reggetón y banda sinaloense, corridos y latin américa hip hop. Sus bicicletas son pequeñas, de ruedas anchas y manubrio alto. Intentan mostrar poder desde sus camionetas altas; como si fuera un símbolo del tamaño de su pene: las camionetas familiares son cargadas de niños y sus ruedas levantadas.

Pero en el supermercado del "otro barrio", las mujeres son de ojos celestes y delgadas. Cargan a sus hijos rubios, blancos en los carritos de las compras. También sus perros chihuahuas.
Adoptan hijos a montones from Rusia o China, compran comida orgánica y vegetariana, hablan inglés todo el día y suelen decir "Gracias" en español a los empleados, toman moka o green tea comprado en Starbucks, usan lentes Dior originales, manejan BMW, Mercedes, Land Rover o Lexus. Usan discretos tatoos de colores en sus espaldas, son bisexuales o lesbianas, y en caso de ser heteroxuales siempre, siempre son gay friendly. Han estudiado en UCLA y sucursales, tienen colágenos en los labios, hacen yoga, visitan centro espirituales los domingos, van al gimnasio y toman mucha agua. Consumen bebidas energéticas y toneladas de vitaminas, visitan el psicólogo una vez a la semana, ayunan una vez al mes para limpiar su sistema.
En diciembre toman fotos familiares para enviar a sus amigos como tarjetas, simbolizando que en América, las familias son bonitas y gozan de buena salud.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Asumo qué

he armado y desarmado mi vida varias veces.

Como en una mudanza he llevado cicatrices viejas de un lado hacia el otro. Y en cada casa nueva, las culpas siempre han ocupado los rincones.
Nada me es ajeno.
Cada recuerdo es mío y cada fotografía mental del pasado me pertenece.

Hasta el agotamiento he amado rostros, palabras, prescencias. Y las ausencia han permanecido como fantasmas metidos entre mis huesos.
La ausencia del amor, el descuido de mi...nada, absolutamente nada, me es ajeno.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

mercadeo

Adoptada. Latina. Lesbiana. Anarquista. Vegetariana. Soltera. Inmigrante. Low Income.
En resumidas cuentas, un anillo de diamantes sin dudas es más conveniente.

martes, 2 de diciembre de 2008

un dejo de esperanza

Es dificil arrancar la tristeza cuando hay grandes heridas en el alma. Claro que dificil no es igual a imposible.

lunes, 1 de diciembre de 2008

diciembre

Si pudiera arrancar del calendario un mes, ese sería diciembre.
Entonces desaparecerían los puestos de venta de pinos, las vidrieras decoradas con rojo, los árboles iluminados, las capanitas, las postales de familias perfectas, rubias, de ojos celeste, rodeadas de guirnaldas posando con sus mascotas, la música de piano, las vocesitas de coros infantiles, los panetones, los ángelitos blancos, los aviones aterrizando, las fotografías familiares enmarcadas en madera.

Si pudiera volaría hasta desintegrarme.
Pero he de quedarme en pie esperando que el olvido se apiade y venga a visitar mi memoria.
Entonces diciembre sería lo que no es, y yo estaría ilesa.