martes, 28 de julio de 2009

Extraño a mi antiguo Theo.

Theo no es el mismo de antes.
Salir al mundo exterior y tener amigos lo ha cambiado. Ya no es blanco, vive de color gris. Lleva dos rasguños feo en la cabeza y me ha mordido dos veces. La razón? no quiere que lo agarre para entrarlo a la casa antes de que caiga la noche.
Jamás se había comportado así.

Cuando entra después de morderme me mira enojado.
No quiere cenar. No tengo idea de qué se está alimentando porque la comida de él creo se la comen sus amigos. Ya no conversa conmigo y no quiere bañarse en la ducha.

Estoy pensando que no ha sido buena opción mudarme.

Theo ya no es el mismo. Quisiera saber si el está feliz pero no logro decifrarlo. A la mañana me grita que le abra la puerta en cuanto se la abró desaparece de mi vista.
Lo bueno es que aún no se ha ido lejos y no cruza la calle, al menos que yo lo haya visto.

Creo que me está generando más estrés del que tengo siempre...

domingo, 26 de julio de 2009

gripe maldita

Mi vida blogger no está muerta. Solamente ha estado circunstancialmente silenciada.
Después de mover, tirar, regalar y cambiar en medio de una mudanza que me costó casi un mes de acomodo regreso a mi propio y más querido ciber espacio.

Hoy me está matando la gripe, no sé si es que me estoy poniendo más vieja o si es que la gripe ha mutado en una especie de arma mortífera, lo ciero es que lo que ayer curaba con tes o tizanas o me cuesta días de cama, medicinas asquerosas y dolores más fuertes.

Sería estúpido morir de gripe. De gripe morían los charrúas gracias a la invasión española pero en ésta época morir de gripe me resulta de modé. No sé. Quisiera morir de algo más moderno...como por ejemplo depresión, SIDA, o sobredosis de demerol. Entonces estaría de acorde con la sociedad americana.

Bueno, seguramente no moriré de nada, pero de igual modo siento que me estoy muriendo.

Y es lo único que me importa.

Theo se me ha llenado de pulgas, y los 200 dólares que me gasté en el veterinario, los antipulgas, shampoos, etc parecen ser insuficientes. El ahora es un gato normal, un gato como debe ser. Y me he tenido que acostumbrar a su moderna independencia.

Yo sigo sola, como siempre. Con ideas circulando en mi cerebro...quizá comienze a ahorrar para comprar un boleto de ida alguna parte. Un poco de dinero guardado no le hace mal a nadie, sobre todo cuando uno comienza a hartarse de tanta soledad. Y ve como todos cambian sus status de "solteros" a "estar en una relación".

En realidad, no sé si eso es lo que me interesa pero supongo también tengo derecho a tener a alguien que me alcanze una taza de té sin sentirse en el compromiso de hacerlo cuando estoy en cama, o quizá lo mejor sea tener el dinero suficiente para contratar quien lo haga.

Ésta última de las opciones me gusta más.

jueves, 2 de julio de 2009

ángeles anónimos en la ciudad de los ángeles

Cruda, hangovers, resaca, guayabo, y no sé que más nombres para llamar el estado en que me encuentro hoy.
No puedo coordinar mi cabeza con mi cuerpo.
Así que no puedo escribir muy bien el relato de lo que sucedió ayer pero digamos que necesito dar gracias al universo porque sobreviví la noche. Y no necesariamente porque mis "amigos" estuvieran ahí. Nooppp...
Hoy le doy gracias a los desconocidos que me rescataron.
Si la memoria no me falla a una tal Alejandra Gúzman que nada tiene que ver con la cantante que se tomó dos tequilas conmigo arrimada al mostrardos y me aguantó el último tramo de la noche.
A otra desconocida que ni recuerdo su cara, si era gorda o era flaca pero que me llevó hasta la calle y me pidió un taxi, sacó el dinero de mi cajero automático y tranzó con el tachero para que me dejara segura en mi casa...la cual tuvo que buscar en mi billetera porque convengamos que no podía recordarla.
A Luis, el taxista. Mirá que hay gente buena en éste mundo! Y depués le dan fama a la L.A. querida de que es la más peligrosa de las ciudades.
Este buen hombre creo que se tardó una hora en un viaje que son 10 minutos por tener que salirse del Free Ways mil veces por mi culpa.
Ni sé cuanto costó el viaje, pero recuerdo que Luis me ayudó a llegar hasta mi cama y me alcanzó un vaso de agua. Al rato, sonó mi telefóno, era el taxita preguntándome si estaba bien, si necesitaba algo, que por favor llamara a alguien si necesitaba ayuda y que no dudara de llamarlo a él.

Este buen hombre, que ni recuerdo su cara, pero era mexicano, dejó tu número telefónico en mi celular por cualquier emergencia, cerró la puerta de mi casa y dejó las llaves y mi billetera con todo dentro sobre la mesa.

Cuando necesite un taxi ya sé a quien llamar.
Y si he de ser famosa algún día también sé a quien agradecer.

A esos desconocidos que en los momentos más vulnerables, y más vergonzos nos dan la mano sin importarles quienes somos.

miércoles, 1 de julio de 2009

en mi cumpleaños quiero contarles qué...

Dedico con todo mi amor éste post a mis hermanos: Carolina, Charito y Roberto. Los amo.


En un 1 de julio de un año que no diré -por eso de querer ser atemporal- una mujercita joven, valiente y sola me dió la vida. Imagino que por ser su primer hija debí darle miedo, pero intuyo que también saltó su corazón de emoción al escuchar mi primer llanto.

Yo no recuerdo ese día y aunque nunca pregunté muchas cosas, entre ella y yo siempre existió el acuerdo tácito de que por sobre todas las cosas jamás dejariamos de ser madre e hija.

A ella le gustaba Hollywood, leer revistas que contaran sobre la vida y la obra de los artistas. A ella le gustaba leer, charlar y cocinar. Eso me contaron mis hermanos, y eso quedó en mi memoria.

La vida siempre tiene esa cosa mágica de no querer revelarnos todos los "por qués" pero siempre llega un día, en que uno encuentra los "para qué".

Hoy cumplo años y estoy cerquita del cartel de Hollywood.
Escribo para una revista que cuenta cosas de artistas.
Suelo hacer de la cocina un laboratorio y de vez en cuando algun buen amigo dice que cocino bien. Devoro letras con los ojos desde mis cuatro años y mi peor castigo es la afonía.

Leo palabras de mis hermanos que dicen todo lo que me parezco a mi mamá.

Yo no conocí mucho a mi mamá, solo viví a su lado seis meses. Pero doy fé era una buena persona. Porque de ella heredé los buenos sentimientos y también su carácter terco. Además de otras debilidades que quizá algun día pueda escribir sobre ellas.


Cada vez que cruzo el Down Town de noche, miro esos hermosos edificios y pienso en mi mamá. Por seis años tuve la loca ilusión de que ella pudiese algun día verlo con sus propios ojos. Que pudiera leer mis artículos sobre los artistas pero eso ya no ha de suceder.

Yo ya no le hago a la vida tantas preguntas. Y los para qué ya están respondidos.
Estoy aquí para rendirle memoria a esa mujer pequeña, valiente y sola que decidió parirme antes de aniquilar mi vida.

Y por eso hoy, 1 de julio, desde un rinconcito en ese Down Town que mi madre hubiese querido caminar (me lo dijo en la última conversación telefónica que tuvimos en febrero del año pasado) con artistas de la música que admiro y que he tenido la suerte de entrevistar, con ella en el corazón ésta noche celebraré el don de estar viva.

Gracias mamá por permitirme vivir.

L.A. 1 de julio 2009