viernes, 9 de julio de 2010

catarsis ...

Una vez tube una casa, un gato, un amor y la mujer más hermosa del mundo a mi lado.

La casa olía a lavanda, a través de sus ventanas podía ver el sol amanecer y la majestuosidad de un cerro coronando la ciudad que no era mía. Al mediodía la mujer destapaba la olla que rugía desde el fuego y servía sobre mi plato las bendiciones que sus hermosas manos habían cocinado para mi.
A la noche tomaba un libro  desde el librero marrón y leía en voz alta a la mujer más bellas, las palabras de mis autores favoritos.

Sus ojos de gacela en celo incrustados en los míos despertaban la fuerza de mis manos entonces dejaba de leer y comenzaba a escribir sobre su piel mis mejores poemas. Acorralada entre un sillón de pana verde y almohadones de saten desnudaba sus prejuicios. Sus quejidos eran la música que acompañaba mis madrugadas.

En ese entonces todo era perfecto.
El gato, la mujer y yo teniamos una misma casa.
Quiero decir teniamos un mismo amor.
Y el mundo era el mejor lugar para vivir.

Eso sucedió siete años atrás ahora el mundo es una guerra de palabras. Un amor desencontrado, una casa llamada sofá, unas ganas locas de irse a no se donde. Seguramente a un lugar donde volver a tener una casa más grande, con ventanas por las cuales ver montañas que coronen una nueva ciudad, algunos hermanos para el gato, la mujer más bella del universo durmiendo a mi lado y por sobre todo un mismo amor. 

Parece tan lejos todo...y tan ridículamente inalcanzable. 

2 comentarios:

fabi dijo...

y bueno me parece que hay que buscar lo que uno suena siempre predicaste eso...se que podes! abrazo

vico dijo...

hummm no estoy segura

un abrazo