viernes, 23 de enero de 2015

Murió Pedro.

Entro y escribo por ser el único lugar donde poder encontrar refugio. Por intentar no bajar once pisos y sentarme en la barra a tomar uno, dos, tres ron con coca. Por no tener que fingir y decir mentiras.
Entro porque a pesar del tiempo sin entrar, sin decir, sin contar este lugar prevalece intacto aunque yo, la de antes no sea la misma.
Me duele el alma. Pedro Lemebel se ha muerto hoy, 23 de febrero del año 2015.
Irónico, irreverente, marica extremo. Auténtica maravilla del universo de esas qué este mundo no está acostumbrado a entender.
Nacido de la pobreza y sin ancestros intelectuales, criado en un Chile homófobo, conservador, hipócrita. Denigrado por los conservadores y los marxistas "revolucionarios". Marica sin lugar usando tacos y maquillaje en presentaciones públicas. Escritor. Poeta. Artista.
62 años de SER sin besarle el culo a nadie.
62 años de congruencia y autenticidad.
Montado en su yegua apocaliptica se fue a no sé donde.
Y me dejó más huérfana que antes.
En sus letras y sus decires encontré pedazos de mi así como cuando encontré a mis hermanos biológicos luego de años de no conocerlos.
A la mañana a mi despertar una cachetada de tristeza golpeó en mi alma.
Desde mis redes leía la noticia, Pedro había fallecido a las dos de la mañana en Chile.
Sabía de su estado crítico, de su última aparición en el homenaje que actores, escritores y artistas plásticos chilenos le habían hecho días antes.
Dijo que estaba y se quedaba. Pero la verdad, es, Pedro se fue.
Y a mi no me sirve el consuelo fácil, el de que su obra prevalece, el que se multiplicará en las nuevas generación, en qué seguirá escribiendo desde el cielo. A mi hoy, no me sirve nada de lo que digan los otros. De los mensajes de condolencia, de las frases hechas, de los decires del mundo.
A mí solo me consuela llorar. Y servirme un vaso de ron con coca cola.
Imagino esta es la antesala de lo que vendrá. La despedida  de los que no quiero se vayan.
De los que quiero la muerte tenga piedad y no me los robe. No antes de que me robe a mi.
Pedro cargado de faltas de ortografía por rehusarse a aceptar totalmente el idioma colonizador.
Pedro odiando a los periodistas porque siempre querían ser escritores y los consideraba tontos.
Pedro marica pobre mestizo tan marica irreversible como yo torta tortón.
Pedro salido de un basural podía entender a una lesbiana nacida en una casucha de lata aunque el basural estuviera en Chile diez años antes y la casucha en Uruguay.
Pedro muerto de amor por un grupo de simios en el amazonas y muerto de miedo por un dictador como Pinochet.
Pedro urbano, Pedro loquita da cabaret. Pedro el grande. Que de Rusia solo bebería el vodka y declararía su manifiesto de maricón a los marxistas dejándoles de boca abierta.

Q.U.E.P Pedro Lemebel (1952-2015)

¿Quién es Pedro Lemebel?

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