sábado, 29 de mayo de 2010

Viajera.

Enamórate de mi ciudad, de sus tambores en domingo bajando por Isla de Flores hasta el Cementerio Central. Canta con mi gente su alegría, píntate la cara en una murga en carnaval, camina por la rambla y aprende a tomar mate amargo. Descubre la poesía de los adoquines que alguna vez pisé, maravíllate de la similitud con Barcelona o Madrid. Abre la puerta del Café Bacacay siéntate en la primer mesa contra la ventana a tu izquierda, deja que alguien recite Benedetti, pide una grappa con martini y dibuja tu nombre en el polvo de alguna ventana. Armate de valor y emprende el vuelo. Mójate los pies en el agüita del Plata, con tu mirada bordea el límite del mar sin olas, déjate alcanzar por la belleza del acento, aprende mis palabras y guardalas contigo.

Después regresa.
Te estaré esperando.

Y cuando vuelvas pon tus manos en mi pecho que la palma de tus manos devolverá  lo mío. 

1 comentario:

Karol_a dijo...

woo qué preciosidad de escrito. Me ha encantado. Saludos.