sábado, 31 de enero de 2009

de putas I

Me gustan las putas. Las que se dejan amar dentro de un carro por dinero o por borrachas. Las que uno mira desde la barra de un bar y tras una seña de cabeza al instante están sentadas a nuestro lado. Las que cada noche desde un cuarto de hotel se maquillan y enfundadas en sus tacones van en busca del sustento.
O las que bien vestidas, desde una noche en un bar de moda por un par de tragos, se dejan dar una nalgada o morder el cuello sin preguntar nuestro nombre.

Yo amo a esas putas.
Me enamoro de ellas a la primer mirada.

Lourdes era paraguaya. Vivía en el segundo piso del night club donde trabajaba. La conocí en un bar gay de la calle Jackson casi la rambla, allá en la ciudad de Benedetti que en aquel tiempo también era mi ciudad.

El bar era un espejismo. Por fuera un simple espacio donde los gays podían bailar tranquilamente, por dentro un negocio fuerte de cocaína y prostitución. Solía ir con mis amigos en busca de alguna ilusión que podía variar entre ritmos desenfrenados de travestis pobres, borracheras predecibles, risas y alguna aventura de amor.

En una noche de esas conocí a Lourdes. Alta, delgada, morena bailaba cumbia con un maricón. Parecía una espiga de trigo ondeando en medio del campo y entre sus ojos y los míos como una culebra, la seducción comenzó a serpentear.

Dejé mi vaso de wisky en mitad de la barra, cruzé la pista sin quitar mis ojos de sus caderas y sin pedir permiso tomé el cuerpo de Lourdes.

- Bailemos, aunque no soy buena en ésto- dije apretándo su cintura.

- ¿Y para que eres buena?

- Para escribir poemas.

Y seguimos bailando hasta que un travestis mal hablado tomó el micrófono desde un improvisado escenario y anuncio el show de la noche.

- ¿Tomás un trago conmigo?- pregunté
- Hasta que llegue mi cliente- dijo.

Así conocí la historia de Lourdes la paraguaya que tenía un hijo en Asunción el cual había dejado al cuidado de su madre.

Lourdes de 25 años, de piel suave y arrugas en el alma lo dejó todo para llegar hasta ese rinconcito del plata con olor a puerto y ser una puta más de un burdel frecuentado por marineros y señores de negocio.

¿Su sueño? Ahorrar dinero y retirarse pronto del oficio.

- Dime uno de tus poemas- dijo mientras acariciaba mi pelo negro
- No puedo, no los sé de memoria. Pero prometo escribirte uno.
- Nadie me ha escrito jamás un poema, serás la primera- y río hechando su cabello hacia atrás.


- ¿Por qué no tienes una novia?- me dijo curiosa.
- No sé, será ¡Por qué nadie me quiere!- dije enconjiéndome de hombros.
- No te creo. Eres un montoncito de ternura...sos tan linda...- mientras jugaban sus dedos con mi pelo y apoyaba mi cabeza sobre su pecho- un día no está tan lejos. Un día encontrarás la mujer que te vea el alma. Un día vivirás tu gran amor.

De manera imprevista besó mis labios y dijo:

- Tengo que irme, llegó mi cliente.
- ¡Podés cambiar de cliente! tengo dinero para pagarte la noche.

Leí una expresión de incredulidad mezclada con tristeza en sus ojos:

- ¡Que dices! A tí no podría cobrarte...te sobra ternura y a mi de eso me hace falta.

Lourdes se fué y yo quedé investigando durante toda la noche dónde vivía Lourdes.


A los cuatro días toqué timbre en el segundo piso del burdel de la calle convención. Una puta con ojeras abrió la puerta, y al preguntar por Lourdes me dijo que estaba durmiendo.

Entonces le dí un papelito doblado con un poema dentro.

Dedicado a Lourdes: "Un día no está tan lejos"
No volví a saber de ella, pero doy fé que a partir de esa noche a mi las putas me enamoran.

17 comentarios:

fabi dijo...

estas en vena sin duda! me haces erizar con tus cuentos, por lomenos con este. Me acuerdo el dia que nos fumamos en ese lugar y despues nos perdimos y vos no sentias las manos jajaaj te acordas? grande sis me trae nostalgia de la buena te qiero

Leo dijo...

muy bueno , la verdad, además a todos nos gustó saludos!

vico dijo...

fabi, :) como olvidar aquella noche donde yo aluciné con "Rayuela" y vos puteabas porque yo te había hecho perder! jaja te acordás que escribí un post de esta historia en mi otro blog? wow cuántas historias de vida! love you sis...


Leo, a qué todos????? ups! quienes leen mi blog por ahí dónde vos estás????

abrazos!

fiorella dijo...

"A tí no podría cobrarte...te sobra ternura y a mi de eso me hace falta."
Shhh, escribí,escribí.Me encantò.

P.D.Ese lugar, creo que empezaba con C... de Candilejas?.Un beso

fabi dijo...

empezaba con e de espejismos jajaja beso fiorella

emma dijo...

Ay pensé que la puta ojerosa era Luordes!!!! :(

Ahora entiendo un poquito más tu amor por las putas...si todas tuvieran algo de ésta no???

Adorei!
Besos

vico dijo...

fiore, pues gracias por decirlo! ando escribiendo más ahora...veremos que sale.

emma, pues seguirás leyendo mis razones de por qué tengo tanto amor por ellas...éstas historias no terminan acá. Hay putas y putas. Y hablaré de todas las que pasaron o pasan por mi vida.

abrazos,

h dijo...

Me encanto!!! Muy dulce!!!

vico dijo...

hanniani, sabes? a veces me acuerdo de Lourdes....

desahogandome dijo...

y como sigas leyéndote me van a acabar de enamorar a mí tb.

Ahora en serio, te enamora la vida de esas putas, lo que expresan con la mirada, su ternura, su dolor...

Aquí, al otro lado del océano, lei algo sobre El síndrome de Ulises (psicología)... y no podía sino pensar en ellas (y en otros tantos).

¿por qué nos atraen tanto las almas vivas cón lágrimas?

un abrazo

p.d.: ¿y el poema? ;-)

Anónimo dijo...

"Las que uno mira desde la barra de un bar y tras una seña de cabeza al instante están sentadas a nuestro lado."

Creo que soy de esas...

Lourdes es una puta de verdad, esa intuición que nunca falla y sabe lo que no hay que tocar.

Ver almas pocos lo hacen.

Espero tener el mismo encanto... MUAC

vico dijo...

desahogandome, esa atracción será por qué nosotros somos parte de?

y el poema se lo llevó la vida por ahí, no sé...ojalá Lourdes lo haya recibido y guardado, mi borrador sabe dónde quedó!


puta, me tocaste! me dejaste pensando con tu comentario..."sabe lo que no hay que tocar"
si te encuentro en la barra de algún bar te hago señas..no lo dudes.

abrazos!!

lexi dijo...

lindo relato vic!

qué fácil solemos enamorarnos a veces...

abraxo!

Zobeid@ dijo...

que antro ni lo digas, espejismo, pero si muy divertido a veces. que buena historia, que buen gesto también el del poema, pero que buena historia, me quedo colgadísima.

vico dijo...

lexi, gracias por leerlo! y hacerme saber que te gustó.

zobeida, así que conocistes ese antro de perdición jejeje
el poema? y bueh...es que así era yo por aquel entonces, aunque te diré que no he cambiado mucho hehe

abrazos!

Paola Bianchi dijo...

Hola Vic!
Primer visita... exportada del blog de Leo :)
Debo decir que al principio me quedé "regulando" sobre el cuento y después me dí cuenta de que es porque en mi cabeza, tenés la cara y la imagen de una compañera del cole a quien llamábamos Vico :)

Me encantó el cuento, es la primera vez que leo algo tan de adentro y tan sincero... te seguiré leyendo!!

Saludos desde Montréal.

Paola

vico dijo...

Paola, un gusto tenerte por aquí.
Te cuento que todos los cuentos que encontraras en éste espacio son memorias de mi vida, momentos presentes o anticipaciones del mañana. No es un blog literario, es decir no hay edición. Aquí las cosas salen como salen no más hehe.

Te agradezco que me hayas dejado saber tus palabras y que pienses volver :)

Un abrazo desde L.A. hasta Montreal.