domingo, 16 de agosto de 2009

fotografía

Es mentira que el tiempo cura las heridas del alma. Es mentira que la distancia física alivia el dolor. Es mentira que empezar una vida nueva hace olvidar a la anterior. Es mentira que ocupar el tiempo, distraerse, volverse adicto al trabajo nos hace volver a creer en nuevos sentimientos, nueva gente, nueva vida. Es mentira que Dios, el Universo, el Amor descomprime esa punzada certera que despedaza el corazón cuando te cambian, te olvidan, te des-aman, te desechan, no te elijen, te comprueban que Ellos, Ellas son tan felices viviendo con la persona correcta, la vida organizada, los sueños cumplidos. Es mentira, absolutamente una mentira que el dolor se puede convertir en creación y alivianarnos. Es mentira esa historia que te cuentan del amor, la familia, la casa, la sopa caliente, los hijos sobre las rodillas, la estufa encendida, la lluvia sobre la ventana, y la espalda caliente de alguien que jura frente a Dios, el juez, y tus padres que te amará por siempre. Es mentira que todos tenemos la oportunidad de ser amados y de amar, es mentira que todos tenemos la oportunidad de construir una familia y ser felices. Algunos nacemos para perder, algunos nacemos para no tener, algunos nacemos para inventarles sonrisas, abrirle jaulas a los otros para que vuelen y hagan su nido preferido en otro lado. Es mentira que uno olvida con las cosas que va viviendo, es mentira que uno sana la gran herida, es mentira que todos tenemos la oportunidad de construir un hogar con la persona que amamos. Algunos solamente servimos para todo menos para eso. Siempre que alguien gana hay alguien que pierde. Soy de las que perdieron para que otra persona ganara lo que más deseaba en su vida. Y no soy víctima de lágrimas soy víctima de algo más profundo aún un dolor tan enraizado por dentro que pareciera no existiera Dios que pudiera extirparlo nunca.
Soy la bloqueada del amor, el desecho de la gran familia que no te quiso nunca.
Tengo olor a sueños que se pudrieron. A mentiras. No he de escribir jamás un poema ni una historia ni volveré a ser quien fuí. No tendré un sillón frente a una estufa encendida con dos niñas sentadas en mis rodillas y una mujer que tome la foto. No tendré el BMW Z3, el título en psicología, la casa en el oeste, el pelo blanco bien peinado, el cuerpo flaco, el reconocimiento, el inglés de nacimiento, un apellido judio, una ciudania que abre las puertas del mundo, no tendré alegría de vivir, ni felicidad saliendose por los poros por tener la casa, las niñas, pasaporte americano y a ti que te lo ganaste todo.

4 comentarios:

emma dijo...

...

Un abrazo.

fabi dijo...

bueh has dicho todo amiga...beso enorme

maggi dijo...

te leo y me veo reflejada y quiero decir que no es asi, pero pienso igual que tu que todas esas cosas son mentiras, que estan reservadas para pocos o que tal vez no nos llegan por que si las tuvieramos las seguiriamos sintiendo como mentiras...
lo importante es lo que tu eres, eso es lo que vale, eres una tremenda mujer y lo digo sinceramente no solo por subirte el animo...
te mando un beso y un abrazo, tkm

Eugenia dijo...

Te entiendo, pero no se si la gente quiere todas esas cosas, como un un combo de McDonalds. Uno puede querer algunas de esas cosas, y también otras, seguramente incompatibles, que nunca tendrá.
La chica de la estufa tal vez hubiera querido darle la vuelta al mundo de mochilera, y mirala, ahi, con unas niñas que no puede abandonar al menos hasta la mayoria de edad.
Seguramente tu has conquistado una cosas con las que muchas chicas sueñan.
Tal vez hay gente que sueña con vivir en L.A.
Hay gente que sueña en dejar todo por su gran amor.
Hay gente que sueña con cada cosa....