domingo, 6 de diciembre de 2009

8 de diciembre

Diez años atrás enfundada en una gabardina gris, con dos maletas y una matera abordé el vuelo 702 de las aerolíneas Pluna-Varig. Exactamente a las cinco de la tarde,cuatro amigos me despidieron en el aeropuerto de Carrasco. No se valía llorar. El futuro aguardaba tras la puerta de embarque.

8 de diciembre de 1999, desde las nubes divisé el Popocatelpec y escribí en mi libreta marrón: "viajo suspendida en las alas de Dios...el amor me aguarda, México también".

Fuí feliz.
Inmensamente feliz.
Lo demás no importa.

4 comentarios:

fabi dijo...

a tu salud! que te quiten lo bailado...

Vico dijo...

por alguna razón no es una fecha que me ponga alegre, aún no descubro por qué

Ale dijo...

Alegre o no...está presente y hay que vivir con eso.

Arriba!
Algun día diras
xdia/xmes/xaño...volvi a URU :)

Un abrazo amiga...y de esos fuertes.

Vico dijo...

Ale, eso es cierto. Hay que vivir con lo que sea!
Abrazo!