jueves, 31 de diciembre de 2009

Cerrá y vamos...

Siempre le he tenido miedo al abandono y a la muerte de los otros. A la ruptura, a la partida.. A los cierre de ciclos, a los adioses. A la huída propia u ajena. A los finales de año.
Sé que inevitablemente hasta de mi misma he de despedirme un día. Sin embargo me cuesta aceptarlo. Es tonto, lo sé. Pero en cuestiones emocionales la inteligencia no me visita a menudo.

Hoy es el último día del 2009. Un año más que pasa de vida, de mi vida y de la vida del mundo. Los periódicos publicaran los acontecimientos más relevante sucedidos en estos trecientos sesenta y cinco días. Las postales cibernéticas darán la vuelta por mis cinco correos electrónicos. Los mensajes de buen augurio, de éxitos, de mejor año llenaran mi casilla de mensajes en Facebook y My Space. En casa, mis roommates y yo brindaremos antes de que cada uno parta a su destino de festejo personal.

Para el mediodía de hoy ya habré decidido dónde pasar la medianoche y más de uno quedará sentido por mis decisiones. Algunos amigos comerán doce uvas, sacaran sus maletas, pedirán doce deseos.

En el Sur (mi Sur) el olor de jazmine invadirá las casas de patios abiertos. Mis amigos irán a la playa, festejaran con amigos de amigos. Comerán lechón, cordero, ensalada rusa. Algunos me recordarán. En Montevideo a esta hora, el Mercado del Puerto estará aborratado de gente entre guitarras, asados y medio y medio de Roldós. Los calendarios 2009, volarán por los aires de la Ciudad Vieja. En la escollera bramará una furia de espuma y los barcos permanecerán silenciosos.

En el norte, cada loco con su tema. Depende de las tradiciones y las necesidades. Millones de personas añoraran estar en su tierra con su gente, otros se abrazaran a su familia de amigos, la que han construido a base de años y experiencias. Algunos se irán de viaje solos, otros se emborracharán en las barras de los bares.

Entre el recuerdo de lo vivido y el delinear del porvenir, habrá que decir adiós y dar una bienvenida.
Ritos pequeños simbolizando pasos grandiosos.

Decir adiós a un amor y dejar la puerta abierta para "quizá", "tal vez", "con suerte" otro amor llegue.
Despedir viejos hábitos y visualizar un poco de salud.
Ahuyentar fantamas, romper cadenas, liberarse de uno mismo, enfrentar miedos.
Borrar mensajes, bloquear correos, conocer nuevos amigos, cortarse el pelo.
Deshacer, destruir, tirar a la basura, alivianar la mochila. Decir adiós.
Abrir el corazón, ventilar el alma, escribir el deseo, vivirlo. Darle la mano a la sopresa.

Del año nuevo no quiero más de lo que es: un año para aplicar lo aprendido en el anterior.



Adiós 2009, te me llevas muchos pedazos de mí y me dejas más fuerte que antes.

2 comentarios:

Maria Rosa dijo...

Buen año Vicky, siempre te leo. Somos muy diferentes y será por eso que me he enganchado a tus letras. La confrontación es lo primero para que surja lo nuevo...

Salud!!!

Vico dijo...

Maria Rosa, gracias por dejarme tu mensajito. Es una linda manera de empezar mi año saber que aún en las diferencias, mis post llegan atraer lectores.

Mucha salud para tu nuevo año.