lunes, 22 de diciembre de 2008

mi reconciliación con el año 2008

Acompañada por la gente incorrecta el Año Nuevo 2008 me sorprendió a disgusto. Jamás olvidaré el sentimiento de impotencia que me inundó esa madrugada. El deseo de querer huir y no tener como. El verme atrapada por una red invisible que yo misma había de alguna manera tejido. Y de la cual no pude escapar.

Mis deseos eran otros, mi sentir estaba en otro lado. Pero no siempre nuestro deseo y nuestro sentir es correspondido por lo cual, tomé de lo que había y no de lo que realmente quería.

El resultado fue: el peor año nuevo de mi vida.

Cuando la madrugada terminó y el primer tren salió rumbo a mi casa, respiré. Tiré un envoltorio pequeño de papel alumino con una de esas sustancias blancas que nos dan falsas ilusiones y lo tiré en el primer basurero que encontré. Mi estómago estaba roto, mi higado dañado, mis pulmones llenos de asco y mi corazón vomitaba.

La ducha esa mañana duró más de la cuenta, necesitaba limpiar el olor a droga y alcohol, a ironía y a violencia verbal, a vidas que otros elijieron y de la cual yo hacía rato había dicho que no. El agua parecía limpiar mi asco.

En medio de eso el teléfono sonó y era Ella. Quize maldecirla por no haber querido pasar conmigo ese minuto de espera en que todos abren el champán y se dan abrazos y se dicen felicidades, pero no pude. Porque de alguna manera el año nuevo continúaba. Así que preferí tomar de lo quizo darme, una invitación al cine a ver una de esas películas motivacionales que te enseñan que tienes que hacer todo lo que quieres hacer el día de hoy porque la muerte puede sorprenderte mañana. Que te dicen, haz una lista de las cosas que te gustarían hacer de verdad porque en pocos meses vas a morir.

Al rato andaba yo paseando con ella colgada a mi brazo, sonriendo, luciendo la belleza de ella y la mía propia que brillaba más cuando estaba en su compañía. Y el día de amargo pasó a convertirse en dulce. Entonces pensé era una señal de buen año. Pero en realidad fue un espejismo más.

Y el 2008 empezó a andar y fué duro. Puedo decir, que fué un tiempo dificil en mi vida personal, emocional. Me enfrenté a los dos momentos que más temía en mi vida: la muerte de mi madre biológica estando yo lejos de ella y la perdida total de la mujer que por durante casi 9 años había amado.

Mi madre murió en agosto. Y con ella el sueño de poder vivir un tiempo corto con ella en US y poder hablar tantas cosas que por años no hablamos. Y poder tener miles de respuestas que nunca encontré. Y poder saber por una vez en la vida que era vivir con una madre. Cómo se sentía el ser hija.

Ella, se alejó de mí en febrero justo el día de San Valentin. Y en octubre se casó con otra. Con su casamiento perdí el sueño de una vida juntas. Y también perdí totalmente mi amor por ella. El amor que me había dado tanta fuerza en éstos años. La fuerza de dejarlo todo, la fuerza de quedarme sola a pelear mi lugar en el norte, la fuerza de creer un regreso, la fuerza de recibirla de nuevo, y continúar creyendo en un sueño de las dos.

Y el 2008 trajo crisis laborales, crisis monetaria, crisis emocional. Dolores de cabeza con la oficina de recaudación de impuestos. Dolores de cabeza con mis jefes. Alejamiento de gente que no estaba haciendome bien. Estancamiento legal y económico.

Así que tengo razones suficientes para desear con todo el alma que el 2008 termine pronto.

Necesito ponerme a pensar en todas las cosas linda, buenas y de crecimiento personal que me dejó éste año porque no deseo despedirlo con apuro ni rencor ni dolor.

Así que éstas vacaciones laborales que comencé hoy me darán el tiempo necesario para repasar lo positivo de mi año, y desechar el dolor.
Y pensar muy bien dónde y con quien quiero esperar mi Año Nuevo. Y hacer lo imposible para vivirlo.

Una cosa sé, estoy sintiendome cada día más convencida que mi 2009 (a pesar de todos los pronósticos que vaticinan los economistas, los políticos, los religiosos, la gente en general) será mil veces mejor que mi 2008. Por que al menos sé que ya pasé las dos instancias que más temía pasar en mi vida.

De ahora en más ya quedan muy pocos miedos en mí.

2 comentarios:

Zully dijo...

Pues vaya que si ha sido difícil tu 2008, Viky. No creas de todos modos que he ido mucho mas adelante, si bien no falleció nadie cercano, sentí la "muerte" de mi amiga del alma, que era en quien mas confiaba y a quien mas quería. En el plano afectivo, habrás percibido que voy 3 pasos adelante y 2 y medio hacia atrás, por lo que vivo en una completa incertidumbre, nunca se a ciencia cierta si voy o si vengo. Es la 1.26 am del 24 y esta noche recién tuve mi 1er. despedida de año con alguien que realmente aprecio y nos deseamos cosas salidas del alma. Me he hecho el firme propósito que el 2009 sea totalmente opuesto al que dejamos en breve. No sé si guardaré o no rencores, creo que lo descubriré recién llegada la ocasión; restan "asignaturas" pendientes que volveré a rendir éste 2009 y honestamente, no sé si aprobaré o las volveré a rendir. De lo único que estoy convencida es que no bajaré los brazos hasta intentar al menos, ser un poco felíz afectivamente hablando. Ya no quiero visitas robadas en dormitorios que me son extraños a la mañana siguiente, aunque tampoco sé si quiera un inquilino permanente en la mía, ya que me acostumbré a disfrutarla todita para mí. Como verás, son tantas las idas y venidas que como dice Sabina "yo no quiero contigo ni sin tí, lo que yo quiero muchacha/o de ojos tristes, es que te mueras por mí"
Vico, cariño, un besazo enorme en estas navidades. Veremos qué tal pinta el año que llega. En cuanto a tu madre biológica, no te culpes por historias que sea por lo que sea, no pudieron ser. Quizás ella tampoco estaba preparada a contestarte muchas cosas, ni las cosas hubiesen salido -de repente- como las habías imaginado. Todo tiene una explicación en algún lugar, aunque muchas veces no precisamente en nuestras cabezas.
Besazo

vico dijo...

Zuly, no tenés idea de lo que aprecio tu comentario! de corazón gracias por tus palabras...
sobre todo por el último párrafo.
Un sincero abrazo de agradecimiento.

Vic