Tomé una hoja en blanco y trazé una línea vertical dividiendo la hoja en dos.
En un lado escribí el signo de más. Del otro lado el de menos.
Bajo el signo positivo listé las cosas lindas; del otro lado, las feas.
Concluí que no soy buena para hacer listas y decidí romper la hoja.
Al final de cuentas, a mi nunca me gustaron las matemáticas.
La Teta y la luna. (Cataluña)
Hace 15 años
6 comentarios:
Este año aprendí que lo que fué "malo" en algún momento se tranformó en la mejor decisión de mi vida.
A veces es cuestión de buscarle la óptica exacta y que algunos "items" puedan pasarse para el otro lado de la lista...
Un saludo.
emma, gracias por compartir lo aprendido.
Saludos,
Mmm... pues lo mío tampoco son las matemática a menos que se trate de contar palabras, letras, escritos, esperanzas, ilusiones, sonrisas o abrazos...
Te dejo otro abrazo, apunta a la cuenta. juas juas jua
Natalia, un gusto leerte por aqui. Y anoto...anoto :)
aveces la intención es la que vale...
Daus, puede ser.
Saludos,
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