sábado, 13 de diciembre de 2008

contabilidad

Tomé una hoja en blanco y trazé una línea vertical dividiendo la hoja en dos.
En un lado escribí el signo de más. Del otro lado el de menos.
Bajo el signo positivo listé las cosas lindas; del otro lado, las feas.
Concluí que no soy buena para hacer listas y decidí romper la hoja.
Al final de cuentas, a mi nunca me gustaron las matemáticas.

6 comentarios:

emma dijo...

Este año aprendí que lo que fué "malo" en algún momento se tranformó en la mejor decisión de mi vida.

A veces es cuestión de buscarle la óptica exacta y que algunos "items" puedan pasarse para el otro lado de la lista...

Un saludo.

vico dijo...

emma, gracias por compartir lo aprendido.
Saludos,

Natalia Astuácas dijo...

Mmm... pues lo mío tampoco son las matemática a menos que se trate de contar palabras, letras, escritos, esperanzas, ilusiones, sonrisas o abrazos...
Te dejo otro abrazo, apunta a la cuenta. juas juas jua

vico dijo...

Natalia, un gusto leerte por aqui. Y anoto...anoto :)

Daus dijo...

aveces la intención es la que vale...

vico dijo...

Daus, puede ser.
Saludos,