martes, 9 de diciembre de 2008

necesidades

Por años construí una gran biblioteca, y en dos días me desprendí de ella. Viajé con tres libros en la maleta y me juré no volver armar otra. Y un día sin pensarlo compré un libro, luego tres y fuí comprando hasta darme cuenta que estaba armando una nueva biblioteca en otro país. Con libros nuevos y en nuevo idioma.

Yo quisiera que el corazón fuese como mi biblioteca. Desprenderme de los sentimientos tan rápido como de los libros. Mudarme de ciudad y armar otro corazón.
Estrenar todo nuevo.